En la vida hay muchos tipos de lujo y en la parte residencial es muy fácil confundir este concepto, por lo que vale la pena explorar su dimensión y detectar sus particularidades, reconocerlo en su justo valor.
En la vida hay muchos tipos de lujo y en la parte residencial es muy fácil confundir este concepto, por lo que vale la pena explorar su dimensión y detectar sus particularidades, reconocerlo en su justo valor.
La clave es la simplicidad.
Hay muchas ideas equivocadas cuando se habla de la concepción del lujo, incluso su definición misma es muy subjetiva, pues en él cabe todo, pero no define nada.
Nos queda claro que un espacio residencial de alta calidad, ya sea casa o departamento, no tiene que ver precisamente con el tamaño, por el contrario, los arquitectos describen que con las proporciones adecuadas podemos ofrecer espacios elegantes, con estilo y buen gusto.
Aquella época en que se dedicaba un espacio o habitación a un uso en específico quedó en el pasado, ahora hay que aprovechar los espacios y permitirles diversos usos a la vez.
Al interior de un inmueble, los expertos opinan que cada vez que se diseña una casa, lo primero en lo que se piensa es en cómo vivirla, qué quieren que tenga, cómo quieren sentirla.
Para algunos lo más importante son esos lineamientos, ya que de acuerdo a esto, se les dará cierta orientación al inmueble, circulación de aire, ventilación cruzada; en fin diversos factores que son muy importantes para disfrutar un hogar. Pero sobre todo, que permita darle personalidad al inmueble.
Y es que al final, un buen diseño arquitectónico logrará proporcionar a los habitantes diversas sensaciones para disfrutar su espacio. Pero hablando precisamente del diseño, identificamos un común denominador entre los especialistas: la sugerencia de una arquitectura sencilla y atemporal, sin el pecado de la moda; la inclinación es hacia a la atemporalidad del diseño, para que una casa siempre luzca vigente aún con el paso de los años.
También le dan mucha importancia al contacto con el medio ambiente y la naturaleza, por ello otra gran recomendación es que se tengan espacios exteriores. Si bien todos estos conceptos son importantes, no podemos hacer a un lado la ubicación, pues de nada sirve tener un palacio alejado de todo.
Como conclusión, podemos expresar que no hay una receta o fórmula única para diseñar la casa de nuestros sueños, pero la conjugación de la privacidad, ubicación, espacio, diseño, acabados, conceptos, buen gusto, iluminación, naturaleza, nos puede proporcionar el inmueble ideal para habitar.
Sin duda una gran lección es que una casa o departamento diseñado por un despacho o arquitecto de prestigio, es una garantía de plusvalía en el tiempo. Por lo tanto, buscar el apoyo de un experto no solo nos permitirá tener todas las bondades ya descritas, sino que representa una buena inversión.